lunes, 12 de marzo de 2012

La «grave» situación del Guadalquivir «no es irreversible»

Si en el futuro se aborda un proceso de dragado del Guadalquivir deberá hacerse con un cuidado exquisito porque es un problema que no tiene una solución sencilla, opina Ferrer



El nuevo coordinador institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Delegación de Andalucía, Miguel Ferrer Baena, que ha relevado en el cargo al director de la Estación Biológica de Doñana, Fernando Hiraldo, ha señalado que no es irreversible «el realmente grave y mal estado» del río Guadalquivir, por lo que con «un plan adecuado, con decisión política e inversión suficiente» puede cambiarse la situación.
Ferrer ha recordado que hay ejemplos de recuperación de cauces fluviales en grandes ciudades en todo el mundo. No obstante, antes de emprender un plan para recuperar el río, el doctor en Ecología por la Universidad de Sevilla y actual presidente de la Fundación Migres considera vital concebir el río como lo que es, un sistema que provee de muchos servicios diferentes. «No es solo agua para riego o un sitio para verter residuos. Es fundamental para la actividad pesquera en la desembocadura», por ejemplo.
El Guadalquivir debería suponer «la columna vertebral de poblaciones tan importantes como Sevilla, que, tradicionalmente, ha vivido muy de espaldas a su río y éste podría ser un elemento que le diera estructura a la ciudad, que falta le hace», opina el experto.

Los fondos «peligrosos» del Guadalquivir

En referencia al proyecto de dragado de profundización del Guadalquivir, promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla, Ferrer, Premio Andalucía de Medio Ambiente 1999 por los trabajos de investigación sobre el vertido tóxico de Aznalcóllar (Sevilla), ha afirmado que las conclusiones del estudio «Propuesta metodológica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el estuario del Guadalquivir» (pdf) parecen ser «bastantes contundentes».
«El dragado de profundización no es muy recomendable. Las actividades llevadas a cabo durante las últimas décadas han convertido los fondos del río en un sitio peligroso, con una acumulación de contaminantes importantes», explica el científico.
Ferrer apunta, además, que el Guadalquivir es un colector habitual de residuos que permanecen de forma «no biodisponible», esto es, «inerte y de una forma química no peligrosa en tanto no se han removido». Sin embargo, el movimiento de los fondos que el dragado provocaría puede generar «un cambio de forma química y un problema importante de contaminación».

Fuente: www.abc.es

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