La cara de la Luna visible desde la Tierra | Gregory H. Revera
|
La Semana Santa, que siempre va asociada a un plenilunio, es una buena ocasión para pensar en nuestro satélite y sus misterios. Un trabajo reciente ofrece una explicación de porqué la Luna nos muestra siempre la misma cara, y precisamente esa.
Buena compañera de baile
La cara oculta de la Luna fotografiada en 1959 por la sonda Luna3
La Luna se comporta como una buena pareja de baile que mira continuamente a su acompañante: siempre ofrece la misma cara en dirección a la Tierra. Esto es porque la Luna gira en torno a nuestro planeta con un periodo orbital que es exactamente igual al periodo de la rotación sobre su propio eje. Poco importa en qué momento miremos hacia nuestro satélite, su movimiento solo nos permite ver uno de sus hemisferios.
La Tierra y la Luna observadas por Deep Impact | NASA
Las causas de esta sorprendente 'rotación síncrona' son bien conocidas. En los instantes iniciales tras la formación del sistema Tierra-Luna (hace unos 4.000 millones de años), la rotación no estaba sincronizada y se piensa que la Luna giraba mucho más rápidamente de como lo hace hoy. Posiblemente la Luna no tenía una forma perfectamente esférica, sino que era ligeramente más alargada en una dirección. Las fuerzas de marea acentuaron este alargamiento contribuyendo a que la Luna (en aquel entonces más caliente y 'blanda') se estirase progresivamente. Una vez enfriada, la Luna había adquirido una forma oblonga o, dicho de otro modo, quedó ligeramente 'apepinada'.
Un posible rostro de la Luna | L. Viatour, Weeneldo
¿Por qué la Luna nos muestra esta cara y no la otra?
La cara visible (izda.) y la cara oculta (dcha.) de la Luna | NASA, LRO
Topografía de la Luna | NASA, LRO
Sin embargo un estudio reciente realizado por Oded Aharonson, P. Goldreich y Re´em Sari ha demostrado que lo que determina qué cara de la Luna apunta a la Tierra es el tiempo de frenado de la Luna (el tiempo de disipación de su energía rotacional). Si el frenado hubiese sido muy rápido, habría habido una probabilidad igual para que la Luna nos ofreciese una cara o la contraria. De manera similar a cuando tiramos una moneda al aire y esperamos cara o cruz con la misma probabilidad. Pero si el frenado fue lento, la Luna se comportó como una moneda trucada, y ofreció su hemisferio ligeramente más denso (el dominado por los mares volcánicos) hacia la Tierra.Este estudio es objeto de un artículo científico que será publicado en el número de Mayo de la revista Icarus.
Fuente: www.elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario