martes, 6 de marzo de 2012

A dentelladas entre hermanos

Dos de los tigres de Bengala que viven en el parque de Cabárceno en una imagen de archivo. :: E. C.

Otro fratricidio entre los tigres de Cabárceno mantiene en alerta a los cuidadores del complejo. No es la primera vez que uno de estos felinos de Bengala acogidos en el Parque de la Naturaleza de Cantabria prueba su instinto su asesino con uno de sus hermanos. Si el año pasado uno de los machos mató a dos de sus hermanos, hace unos días estalló una violenta pelea por ocupar el puesto como jefe del clan y el asunto acabó con otro macho muerto por las dentelladas de un compañero. Estos enfrentamientos para dilucidar la jerarquía dentro del grupo no son excepcionales entre estos grandes felinos, aunque en el caso de Cabárceno sus consecuencias empiezan a ser preocupantes. Los ataques de estrés, ansiedad y los trastornos psicológicos pueden explicar este comportamiento tan agresivo.
El grupo que llegó desde el Safari Park Vergel de Alicante en marzo del 2011 perdió la semana pasada a uno de sus siete miembros por una pelea entre dos machos dominantes. Esta familia fue traída precisamente para sustituir a la anterior, que también quedó diezmada por enfrentamientos mortales entre los propios felinos. El ejemplar que mató a su rival y hermano todavía sigue aislado y se recupera de sus heridas.
El Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA) achacó estos ataques al «sufrimiento inimaginable» que estos animales padecen en cautividad. Las manadas de tigres de Bengala son espectaculares, pero muy difíciles de manejar, ya que en el medio natural son insólitas. Sólo es posible formar grupos con tigres que se han criado juntos desde que nacieron.
El PACMA señaló que estas peleas son «inusuales» cuando se encuentran en libertad. Encerrados en parques como el de Cabárceno, los felinos sufren «un gran estrés y ansiedad». Privados de cierta libertad ven «mermadas» sus necesidades fisiológicas, lo que «repercute en su estado anímico».
Hace 13 años, Cabárceno consiguió un vistoso conjunto de ocho felinos tras juntar a tres camadas simultáneas. Las peleas esporádicos entre machos lo dejaron reducido a cinco individuos, que formaban un núcleo unido y estable hasta que un ejemplar de gran tamaño se volvió agresivo. En apenas dos semanas mató a uno de sus hermanos y a una de sus hermanas. El equipo veterinario le diagnóstico un trastorno psicológico y ha sido declarado 'en excedente'. Su destino será un zoológico interesado en disponer de un solo animal, ya que, como compañero de juegos, ahora resulta letal.
Al último felino que se peleó a muerte por defender su liderazgo en la manada le colocarán un implante que reduce sus niveles hormonales y tiene un efecto sedante. Para el Partido Animalista, los asesinatos de los felinos evidencian que estos parques «no cumplen ninguna misión conservacionista» y critican que «están pensados para el visitante y no para los animales».
La nueva dirección de Cabárceno quiere retirar la verja electrificada que se instaló en febrero de 2011 y que complica la convivencia entre los tigres al restringir sus posibilidades de movimiento. En caso de disputas territoriales, no pueden repartir sus dominios. Pero antes de soltarlos es necesario ejecutar obras para reforzar la seguridad del recinto, ya que hay puntos por los que estos ágiles animales podrían llegar a escapar.
Disponer de más terreno facilitaría la cohabitación entre estos animales que, por naturaleza, son solitarios. Claro que un parque zoológico no puede aspirar a reemplazar las selvas húmedas ni las sabanas de miles de kilómetros de India, su verdadero hogar.

Fuente: www.laverdad.es

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