Las sacas abandonadas repletas de amianto. Policía Local Pineda |
El vertido supera la media tonelada de residuos y ha sido realizado en la calle Francolí en dirección a Can Carreras. La policía ha iniciado la investigación para castigar a los responsables que, caso de ser localizados se enfrentan a multas de hasta 6.000 euros más el coste de la retirada y la gestión del residuo, una sanción tipificadas en la ordenanza de Convivencia y Civismo.
Cada saca pesa unos 40 kilos y los residuos responden a viejos depósitos de agua que han sido reducidos en pequeños fragmentos. La inhalación de fibras de amianto puede suponer un grave riesgo para salud, por ello, para desechar tales materiales es necesario contratar a una empresa especializada.
Fuente: www.lavanguardia.com
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