miércoles, 18 de abril de 2012

Jaque a la fruta española

La 'Drosophila suzukii', que se ha extendido en los últimos años por Europa y Estados Unidos, causa daños graves en los cultivos, especialmente en la cereza.

ESPECIES INVASORAS

Jaque a la fruta española
Además, apuntan que desde 2009 varias localidades francesas e italianas sufren ya sus efectos y, en Estados Unidos, la dispersión se ha dado por toda la costa oeste desde California hasta Canadá y se ha detectado también en la costa este, en Florida.
Los autores del estudio muestran su preocupación por la colonización de esta especie hacia el norte de Europa y el continente norteamericano puesto que, a su juicio, sugiere que no es «especialmente» de clima seco mediterráneo. Asimismo, alertan de que si se extiende hacia áreas más húmedas, «se podría convertir en una peste agrícola seria».

Los expertos advierten de que, si se extiende hacia áreas más húmedas, «se podría convertir en una plaga agrícola seria»

De las 3.000 especies descritas de 'Drosophila', comúnmente conocidas como moscas del vinagre, tan solo dos son potencialmente dañinas para los cultivos, y una de ellas es la 'Drosophila suzukii', explica Gemma Calabria, investigadora en el departamento de Genética de la Universidad de Barcelona (UB). La especie, nativa de Asia, fue descrita por primera vez en Japón y su principal característica es que las hembras ponen sus huevos en la fruta sana. «Tienen un órgano ovopositor muy largo y serrado que les permite penetrar la piel de los frutos. De esta manera, las larvas se desarrollan en el interior, estropeándo completamente el fruto», indica.
Desde que fue descubierta, los científicos señalan que se han contabilizado daños en cerezas y otros tipos de bayas en los países en los que está presente. Aunque su huésped preferido parece ser la cereza, una vez que la temporada de esta fruta finaliza, las moscas se trasladan a otros cultivos.
En Estados Unidos, ya ha causado perjuicios importantes en este cultivo y en el de frambuesas, aunque en España pasó desapercibida los primeros años. No obstante, parece que en 2011 ya se produjeron grandes daños en diferentes frutos, de acuerdo con los datos de que dispone el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
El estudio de la mosca ha permitido ponerla en las listas de prevención fitosanitaria de varias regiones y países europeos. Entre las medidas oportunas para luchar contra la plaga, las trampas permiten una detección temprana de la invasión, además de averiguar si la población crece. Los investigadores también aconsejan descartar las frutas de calidad inferior, así como mantener las piezas infectadas a una temperatura inferior a 3ºC para matar huevos y larvas sin que la calidad se vea comprometida.

Fuente: www.nuestra-tierra.laverdad.es

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