jueves, 19 de enero de 2012

Un derrumbe provocado por el temporal obliga a cortar el vial de Algezares en Alcoy

El pantano de Beniarrés recibe 2,3 hectómetros cúbicos de
agua en una sola jornada y se sitúa al 86,2% de su capacidad

Los efectos del temporal en la comarca, que remitió en la madrugada de ayer tras haber dejado hasta 140 litros en Alcoy, se están dejando sentir especialmente en esta ciudad, en la que dos derrumbes de laderas obligaron a cortar sendas calles a primera hora de la mañana de ayer, según informaron fuentes de la Policía Local. El principal percance afectó a la calle Calderón, hasta el punto que el acceso desde Algezares a la Zona Norte, un vial muy transitado, ha quedado inoperativo. El pantano de Beniarrés, por otro lado, ha recibido 2,3 hectómetros cúbicos de agua en solo un día y se ha situado al 86,28% de su capacidad.
Durante las torrenciales lluvias del martes, como se informó ayer, Alcoy y Cocentaina vivieron sendos sobresaltos simultáneos, al sufrir derrumbes dos casas, que obligaron a desalojar a tres vecinos, todos los cuales resultaron sanos y salvos.
En la mañana de ayer, el cauce del río registró un importante derrumbe en la zona Algezares, cerca del Museo de Bomberos, que obligó a cerrar al tráfico la calle Calderón por razones de seguridad, según informó la Policía Local. Pese a no tratarse de una vía principal, esta calle tiene un uso bastante elevado, ya que es utilizado por muchos conductores para acceder desde el centro de la ciudad a la barriada de la Zona Norte. Los desperfectos, además, son muy importantes, con lo que todo parece indicar que tendrá que pasar bastante tiempo para que el vial pueda volverse a abrir al tráfico.
El casco urbano de Alcoy registró un segundo derrumbe, en este caso de menor consideración, en la calle San Antonio, que también obligó a cortar la ciculación, subrayaron las citadas fuentes. Esta calle, además, ya fue objeto de un derrumbe el pasado mes de junio, que incluso afectó a algunos vehículos que estaban aparcados en la parte inferior, después de haberse registrado también una lluvia torrencial.
Los problemas causados por las lluvias en las laderas también se han dejado sentir en la calle Santa Teresa Jornet, junto al nuevo colegio Miguel Hernández, a consecuencia de desprendimientos hacia al río, que han tenido que ser vigilados por los técnicos municipales, según ha explicado el concejal de Espacios Urbanos, Paco Blay.
Las intensas precipitaciones, por otro lado, han incrementado de forma notable las reservas acuíferas del pantano de Beniarrés. La crecida del río Serpis y sus afluentes, en especial el río Penàguila, han propiciado que el embalse haya recibido 2,3 hectómetros cúbicos de agua en un solo día, lo que lo ha situado al 86,28% de su capacidad. Esta circunstancia ha propiciado la apertura de los aliviaderos inferiores de la presa, en previsión de que el agua siga llegando de manera abundante en las próximas jornadas.
La situación del pantano es ahora mismo envidiable, si se tiene en cuenta que el año pasado, por estas mismas fechas, se encontraba al 59,26% de su capacidad. Además, el aumento del agua almacenada ha sido permanente en las últimas semanas, hasta el punto que en noviembre, justo después del temporal de lluvias registrado ese mes, el embalse estaba al 56%.
En lo que respecta a los otros dos embalses de la provincia gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), cabe reseñar que el de Guadalest ha aumentado tras las lluvias 0,4 hectómetros y se encuentra al 83,34% de su capacidad, y que el Amadorio ha subido 0,2 hectómetros y se mueve en el 67,14%.

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