Alrededor de 20.000 lirios dan color y olor al jardín más grande que de esta variedad existe en España. Se encuentra ubicado en una finca particular de la montaña alicantina y de su cuidado se ocupan, desde hace 10 años, sus propietarios, Christine Lomer y Nick Brown, dos jubilados británicos.
Lo sorprendente de este «jardín de los iris», como así lo denominan, es que la finca donde se sitúa carece de suministro de agua.
La falta de agua -la vivienda en la que residen también carece de suministro de luz- la suplen con «la buena climatología de la zona, el terreno fértil de la finca -situada en la comarca alicantina de la Marina Alta, a unos 500 metros de altitud- y la lluvia», señala Lomer.
Cuando las precipitaciones son nulas o escasas, el matrimonio tiene que utilizar las cubas de agua destinadas al uso del hogar para regar las plantas, pero no todas, «sólo las nuevas».
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