jueves, 24 de noviembre de 2011

... pero la falta de infraestructuras impide aprovechar el agua en El Hondo

Los regantes pierden 15 hectómetros que se tirarán al mar y en 15 días acabarán unas obras que mejorarán la situación.

Comienzo de las obras en el humedal de Carrizales
La falta de infraestructura hídrica que sufren en la actualidad los embalses de riego de Poniente y Levante que conforman el Parque Natural de El Hondo y el decreto de protección de la malvasía cabeciblanca que el Consell aprobó en 2005, ocasiona que la Comunidad de Regantes Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura no pueda trasvasar en estos momentos agua desde el río Segura para utilizarla como riego. Y ello a pesar de que los recursos finalmente se pierden en el mar.

Los regantes podrían acumular 15 hectómetros cúbicos (hm3) o lo que es lo mismo, quince mil millones de litros de agua, aprovechando la riada que se registró ayer en el río Segura.

La única agua que se está bombeando en estos momentos por parte de la Comunidad de Riegos de Levante Margen Izquierda desde la toma de San Antonio en Guardamar del Segura tiene como destino el embalse de Levante y un carácter medioambiental. La elevación de recursos hídricos es de 2.000 litros por segundo y sólo servirá para limpiar de sales el pantano una vez que acumulen 4 hm3 y se terminen las obras de infraestructura hidráulica que se ejecutan en el embalse de Poniente según explica el portavoz de esta comunidad, Ángel Urbina.
La Comunidad de Regantes Margen Derecha del Segura si que está aprovechando esta situación de bonanza hídrica y eleva desde el río Segura, también desde la toma de San Antonio en Guardamar, 500 litros por segundo con destino a riego según señaló ayer su presidente, José Andújar.

El hecho de que riegos de Levante no pueda utilizar el agua que circula por el río Segura, elevándola y que sirva para reserva hídrica de riego, no es una situación nueva y se viene produciendo desde hace años cuando la Consellería de Medio Ambiente promulgó un decreto de protección para la malvasía cabeciblanca que prohibió a los regantes hacer cambios bruscos en los dos embalses reguladores de riego de Poniente y Levante. Esta medida ocasiona importantes consecuencias económicas a los regantes y fue la causa de un duro enfrentamiento entre Riegos de Levante y Consell.

Precisamente «para que las aguas volvieran a su cauce» Riegos de Levante y el Consell firmaron en marzo un acuerdo para realizar una serie de obras valoradas en 260.000 euros que están en proceso de ejecución y que consisten en la construcción de dos diques y una tubería que permitan desaguar, desde el embalse de Poniente el agua salinizada que recibe del de Levante a distintos azarbes que desembocan en el mar, sin hacer cambios bruscos en los embalses.

Fuente: www.diarioinformacion.com

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