Festa dels Quintos en Agres. Los nueve jóvenes que este año cumplen la mayoría de edad, ayudados por sus vecinos, cortaron ayer un pino y lo plantaron en la plaza de la Iglesia, una tradición muy arraigada en la población que, a pesar del paso del tiempo, siguen manteniendo y supone el acto principal de la Festa dels Quintos.
CRISTINA SERRANO Agres revivió ayer la tradicional "platà del pi", una fiesta antiquísima que organizan cada año los jóvenes que cumplen la mayoría de edad, también conocidos como "Els Quintos". En esta ocasión, Montse Francés, Judit Ferre, Marta Belda, Moisés Belda, Noe Antolí, Carla Calatayud, Estefanía Doménech, Irene Sempere y Quique García fueron los chichos y chicas que se encargaron de mantener las costumbres de la población.
Los actos empezaron el sábado y para poder llevarlos a cabo, los quintos recaudan fondos con la venta de lotería o camisetas durante el año anterior. Sin embargo, la jornada más destacada es la que se vivió ayer.
Este grupo de nueve chicos y chicas vestidos con monos de color verde y acompañados por sus vecinos del pueblo madrugaron para recoger leña y, posteriormente, escoger un pino, cortar el tronco y cargarlo en un tractor para subirlo hasta la plaza de la Iglesia.
La subida por las empinadas calles fue toda una fiesta, ya que un cortejo de vehículos repletos de vecinos abrió paso al tractor que transportaba el árbol, en cuyo tronco iban sentados los quintos cantando y tirando cohetes a su paso.
Muchos vecinos aguardaron en la plaza la llegada de los jóvenes para aplaudirles y felicitarles. Una vez allí, entre todos descargaron el pino y le ataron cuatro cuerdas, que sirvieron para que con el esfuerzo de todo un pueblo luciese el enorme pino en el centro de la plaza.
El alcalde de Agres, José Manuel Francés, explicó que la tradición viene de cuando "los señores delimitaban sus parcelas con pinos" y el árbol que "más cubría o el más bueno era cortado por el pueblo para plantarlo aquí". Francés ha recalcado que hoy en día "es más rápido y fácil" ya que se transporta con tractor y se corta con sierra mecánica, pero que con todo "es importante cuidar la tradición y mantenerla".
Ya por la noche, el pino se redujo a cenizas ante la atenta mirada de todos los vecinos.
Fuente: www.diarioinformacion.com
Los actos empezaron el sábado y para poder llevarlos a cabo, los quintos recaudan fondos con la venta de lotería o camisetas durante el año anterior. Sin embargo, la jornada más destacada es la que se vivió ayer.
Este grupo de nueve chicos y chicas vestidos con monos de color verde y acompañados por sus vecinos del pueblo madrugaron para recoger leña y, posteriormente, escoger un pino, cortar el tronco y cargarlo en un tractor para subirlo hasta la plaza de la Iglesia.
La subida por las empinadas calles fue toda una fiesta, ya que un cortejo de vehículos repletos de vecinos abrió paso al tractor que transportaba el árbol, en cuyo tronco iban sentados los quintos cantando y tirando cohetes a su paso.
Muchos vecinos aguardaron en la plaza la llegada de los jóvenes para aplaudirles y felicitarles. Una vez allí, entre todos descargaron el pino y le ataron cuatro cuerdas, que sirvieron para que con el esfuerzo de todo un pueblo luciese el enorme pino en el centro de la plaza.
El alcalde de Agres, José Manuel Francés, explicó que la tradición viene de cuando "los señores delimitaban sus parcelas con pinos" y el árbol que "más cubría o el más bueno era cortado por el pueblo para plantarlo aquí". Francés ha recalcado que hoy en día "es más rápido y fácil" ya que se transporta con tractor y se corta con sierra mecánica, pero que con todo "es importante cuidar la tradición y mantenerla".
Ya por la noche, el pino se redujo a cenizas ante la atenta mirada de todos los vecinos.
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