miércoles, 20 de junio de 2012

La selva amazónica podría desaparecer en 50 años

Vista de la selva virgen del Amazonas, en
el estado brasileño del Mato Grosso.
Greenpeace alerta de que, solo en Brasil, ya ha perdido una superficie más grande que Francia en las últimas cuatro décadas.
La Amazonia, el bosque primario más grande que queda en el planeta y que alberga la mayor biodiversidad, está en serio peligro. En las últimas cuatro décadas, solo en Brasil, ha perdido una quinta parte de su superficie (unos 700.000 km2), un área más grande que toda Francia. La organización ecologista Greenpeace alerta de que si la deforestación sigue a este ritmo, «podría desaparecer dentro de 50 años».
Los científicos afirman que es el ecosistema con más biodiversidad de toda la Tierra, manteniendo alrededor de 60.000 especies de plantas, 1.000 de pájaros y más de 300 de mamíferos, entre ellos el jaguar. La selva y su famoso río también mantienen la vida de más de 2.000 especies de peces de agua dulce y mamíferos acuáticos, como el delfín rosa de agua dulce y la nutria gigante. Muchas áreas siguen siendo vírgenes, por lo que un gran número de plantas y animales son todavía desconocidos. Además, es el 'pulmón' del planeta. Almacena entre 80.000 y 120.000 millones de toneladas de carbono, un elemento fundamental para ayudar a estabilizar el clima mundial.

Fuerzas destructivas
La deforestación y el cambio climático se presentan como las principales fuerzas destructivas. Hasta el momento se estima que se ha perdido cerca del 18% de la selva amazónica. El responsable de la campaña de Agricultura y Bosques de Greenpeace España, Luis Ferreirim, afirma que «urge encontrar una solución permanente y definitiva para salvar los últimos bosques primarios del planeta, especialmente la Amazonia».
Así, señala que actualmente se está cerca peligrosamente de lo que podría ser «un punto de no retorno» y de perder la oportunidad de salvar uno de los bosques más importantes del planeta.
Brasil ocupa el cuarto lugar en el 'ranking' de países emisores de gases de efecto invernadero (GEI), lo que le convierte en una nación clave para la lucha contra el cambio climático, informa Greenpeace. Además, el 75% de estas emisiones de GEI brasileñas proceden principalmente de la deforestación derivada de la expansión de la frontera agrícola: se quiere convertir el bosque en zonas de pasto (para obtención de carne y cuero) o para cultivos como la soja (fundamentalmente para piensos).
Los datos más recientes muestran que en los últimos tres años la tasa de deforestación ha ido decreciendo debido, según los ecologistas, a un conjunto de medidas políticas y de gobernanza que fomentan un mayor control por parte del Gobierno brasileño, una mayor implicación de las autoridades judiciales, la ampliación y mejora de las áreas protegidas, las operaciones policiales y la lucha contra la corrupción, así como el éxito de las iniciativas de la sociedad civil.
Greenpeace señala que hay nuevas amenazas, como el actual debate sobre la reforma del Código Forestal en Brasil, que ponen en evidencia «la fragilidad de la gobernabilidad en la Amazonia y lo importante de incidir en su protección».
La organización trabaja con el objetivo de acabar con la deforestación en la zona en el 2015 y de forma global para el 2020. Para ello, ha lanzado una iniciativa ciudadana con el objetivo de pedir la deforestación cero en Brasil. La iniciativa busca 1,4 millones de firmas de brasileños para conseguir esta ley y acabar definitivamente con la destrucción de la selva amazónica.
El buque 'Rainbow Warrior' inició una expedición desde el corazón de la Amazonia, que bajará por la costa de Brasil hacía Río de Janeiro. El barco zarpó meses antes de que se centre la atención mundial en la presidenta brasileña Dilma Rousseff, que será anfitriona de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro, el próximo 20 de junio.
La expedición documentará casos de deforestación, destacará ejemplos de soluciones sostenibles y se recabarán apoyos de votantes para la ley de Deforestación Cero. El director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, destaca que «Brasil debe ser el referente de desarrollo sostenible sin destrucción forestal para otros países con importantes bosques, como Indonesia y el Congo».

Fuente: www.nuestra-tierra.laverdad.es

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