viernes, 3 de febrero de 2012

LAS RUTAS DE LAS LARVAS DE PECES Y SU DISPERSIÓN EN EL MEDITERRANEO

La combinación de análisis genéticos y datos oceanográficos permite conocer la dinámica de transporte de larvas en el Mar Mediterráneo. Estos estudios son esenciales para la gestión adecuada de los recursos pesqueros y la protección de la biodiversidad. Elena Soto/Diario El Mundo. Oceanografía e investigación.
La dispersión o retención durante la fase larvaria es clave para la dinámica, demografía, estructura y estabilidad de las comunidades de peces. El conocimiento de cómo se produce es esencial para determinar la conexión entre las diferentes poblaciones de una especie y para determinar la distribución de las mismas. Sin esta información es imposible una gestión adecuada de los recursos pesqueros y de la protección de la biodiversidad.

Durante muchos años se ha asumido que la dispersión de los organismos marinos operaba como un sistema abierto de tal forma que la fase dispersiva de las especies, especialmente durante el periodo larvario, permitía la colonización de amplias zonas de la costa. Los estudios realizados en los últimos años demuestran que en el mar existen numerosas barreras que ponen freno a esta dispersión y que muchas larvas quedan retenidas muy cerca de las zonas de puesta.

Investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), del IMEDEA (CSIC-UIB), de la Universidad de Barcelona y Salento (Italia) ha publicado recientemente en la revista Molecular Ecology un estudio científico en el que determinan el flujo genético entre poblaciones de la especie Serranus cabrilla y cómo la dispersión de las larvas está estrechamente relacionada con el régimen de corrientes a través de los frentes o barreras oceanográficas existentes en el Mediterráneo.

"Se ha observado que las larvas del Mar de Alborán siempre van hacia las costas de Murcia y Alicante y nunca la revés, y que las de Alicante van hacia las Islas Baleares y no hacia las costas de Castellón, afirma Celia Schunter (CEAB), una de las asutoras de este estudio. Asimismo, añade esta investigadora, las larvas que pueden encontrarse en aguas castellonenses pueden ir hacia Alicante pero no en la dirección contraria".

En aguas de Baleares no se da esta exportación de larvas como en el litoral levantino, por lo que sus poblaciones solo se mantienen gracias a las que producen los adultos que habitan las islas y a las importaciones de la zona peninsular. Por ello, ante una situación de sobrepesca, las poblaciones explotadas en la zona de Murcia y Alicante, que reciben larvas de las costas situadas al norte y al sur, se recuperarán más fácilmente que las de Baleares, que básicamente solo se nutren de sus propias poblaciones. La combinación de los datos oceanográficos y genéticos ha permitido verificar también que los cambios estacionales en las corrientes y la temporada de desove también pueden desempeñar un papel importante en la estructura de las poblaciones, tanto de especies como Serranus cabrilla, como de otras especies de gran valor comercial como el mero (Epinephelus marginatus).

Para realizar el estudio se muestrearon más de 300 ejemplares de cabrillas (Serranus cabrilla) de 13 localidades del Mediterráneo y se tomaron muestras de datos oceanográficos a lo largo de toda la costa mediterránea española. Cuatro grupos distintos fueron identidicados genéticamente, con una clara división situada entre las discontinuidades oceanográficas en el Canal de Ibiza, la zona entre Almería y Orán (Argelia) y el Frente Balear.

Este estudio evalúa el modelo de conectividad del Serranus cabrilla con marcadores genéticos e identifica diferentes unidades genéticas de la especie, así como la dirección del flujo genético. En estudios recientes se llega a concluir que es importante la enorme influencia de los procesos oceanográficos y modelos de dispersión en la conectividad de poblaciones de peces.

Así, el 70% de toda la vida marina tiene una fase pelágica larval en su ciclo de vida, pero las dificultades para estudiar estas etapas limitan la comprensión de cómo la conectividad trabaja dentro del medio marino.

Este estudio demuestra que es imprescindible considerar datos oceanográficos en estudios de genética de poblaciones, no solo para comprender la conectividad, sino también para estudiar los patrones direccionales de dispersión de larvas de especies marinas. Una cuestión de gran importancia en los estudios pesqueros y en el establecimiento de reservas marinas, ya que determinan cómo están conectadas las diferentes poblaciones explotadas y cómo optimizar la conservación de estas especies, afirma Enrique Macpherson, otro de los autores de este trabajo.

Fuente: www.reservasmarinas.net

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