viernes, 9 de diciembre de 2011

Sierra de Mariola, historia de un río

El pasado día 7, nos desplazamos a la sierra de Mariola, para acabar de perfeccionar el itinerario por este parque natural  hasta el nacimiento del río Vinalopó.
El parque tiene una superficie de más de 17.000 hectáreas las cuales tienen una gran riqueza tanto de fauna como de flora (más de 1.200 especies catalogadas).


Iniciamos la actividad desde el Centro de Interpretación del parque, situado en el Mas d’Ull de Canals. En la primera parte del recorrido, nos fuimos encontrando bancales de olivos y almendros, así como numerosas casas de campo repartidas por la zona.

Frente de nosotros, cada vez va siendo más visible el Castillo del Vinalopó, pudiéndose contemplar en las laderas cercanas los efectos del devastador incendio que en 1994 asoló esta zona.                                                               Llegamos al molino Campana, el cual fue construido en el año 1712 como molino de harina, más tarde se convertiría en molino papelero y  finalmente y  hasta 1968 se transformo al sector textil.

Seguimos la pista que discurre paralela al río observando el bosque de rivera: chopos, álamos, juncos, sauces, etc... y observando el vuelo de numerosas especies de aves de llamativos colores y cantos. Llegamos a las fábricas de Blanes, conjunto de molinos de harina de finales del siglo XVIII, posteriormente reconvertidos al sector papelero hasta 1942, y donde pudimos admirar la pericia de dos ardillas trepando por los arboles.


En este punto atravesamos el río, discurriendo por una senda paralela al río en el que el primer pensamiento que nos llegó fue: ¿cómo puede ser que unas aguas tan cristalinas y llenas de vida lleguen a Elche pareciendo aguas fecales?.

En el río observamos algunas truchas y ranas verdes, y siguiendo el cauce, escoltados carrascas, sauces y trepadoras, llegamos a la "Font de la Coveta", tradicionalmente considerada el nacimiento del Río Vinalopó. Consultado con los guardas del Parque, pudimos aclarar que si bien no es el nacimiento concreto del río, sí es la única fuente natural y permanente del mismo ya que existen otras brotes de agua, más arriba, pero son de carácter temporal y suelen coincidir con periodos de lluvias, llegándose a secar en temporadas estivales.

Que placer nos dio almorzar en este lugar entre tanta calma y naturaleza. Después de reponer fuerzas, proseguimos el sendero, que nos llevó hasta la cima donde se encuentra el Castillo de Vinalopó, desde el cual tuvimos unas vistas espectaculares del parque natural de la sierra de Mariola.




Y ya desde este punto, regresamos al centro de interpretación para coger el coche y regresar, pero con la sensación de volver a la ciudad renovados.


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