lunes, 19 de diciembre de 2011

A la captura de la ardilla

La Conselleria de Medio Ambiente prevé capturar ardillas con el objetivo de combatir los daños que están ocasionando en la agricultura. Los técnicos colocarán cajas trampa siempre que haya denuncias formales por parte de los afectados y se constate que efectivamente estos animales son los causantes de los problemas.

Estas aseveraciones se producen después de que productores de la zona de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla se hayan quejado de destrozos en mangueras de riego y en plantaciones de frutos secos.

Tal y como avanzó este diario la semana pasada, la sobrepoblación de ardillas está provocando daños en las infraestructuras agrícolas de las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla. Los animales de esta especie han proliferado de forma exagerada en los dos últimos años y están destrozando a mordiscos las mangueras de los riegos por goteo. En la explotación del Mas de Roc, con plantaciones en Alcoy, Ibi y Penàguila, sin ir más lejos, los propietarios se han visto obligados a sustituir 400 metros de maNgueras en lo que va de año, debido a las fugas de agua que se producen por los orificios ocasionados por los dientes de las ardillas.

Las plantaciones de frutos secos, a pesar de no ser importantes en extensión, también están siendo arrasadas.
Los agricultores asisten con desesperación a este problema, dado que no pueden hacer nada al respecto debido a que se trata de una especie protegida y la Conselleria de Medio Ambiente no autoriza su caza.

La presencia de las ardillas es cada vez mayor, hasta el punto que resulta fácil visualizarlas en cualquier salida al campo. El elevado número de ejemplares es tan evidente que han llegado a colonizar los parques urbanos de distintos municipios de la zona, empezando por Alcoy.
Pese a todo ello, la Conselleria de Medio Ambiente sostiene que no se trata de una plaga. Fuentes del departamento autonómico manifestaban a este diario que esta aseveración se basa en los informes realizados por los agentes forestales a principios de año. No obstante, las mismas fuentes destacaron que en breve volverá a realizarse un estudio censal, para a partir de ahí plantearse si es necesario tomar medidas para reducir la población.

La Conselleria, en cualquier caso, sí está dispuesta a actuar en el caso de los daños agrícolas, siempre que se constate que efectivamente las ardillas son las causantes. Según las explicaciones ofrecidas a este diario, en caso de recibir una denuncia formal, los técnicos se desplazarán a la zona afectada para comprobar los daños y contrastar que estos animales están detrás de los mismos. Una vez realizadas las comprobaciones pertinentes, se procedería a la instalación de cajas trampa, al objeto de capturar vivas a las ardillas y reducir de esta manera su presencia en la explotación agrícola.

Desde la Conselleria se afirma, además, que ya se han llevado a cabo actuaciones de este tipo, cumpliendo siempre con los requisitos mencionados.

En caso de que finalmente se constatara que las ardillas se han convertido en una plaga, Medio Ambiente podría plantearse introducirlas dentro del listado de especies cinegéticas, de manera que pueda procederse a su caza.

Cabe reseñar que el incremento de ejemplares se ha producido, entre otras cuestiones, debido a que los depredadores, caso de ginetas, garduñas o aves rapaces, no están siendo capaces de devolver la estabilidad a la actual sobrepoblación, con lo que cada vez hay más.

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