Un operario apila las piedras sacadas del fondo del nevero |
La cava de Agres, conocida también como Cava Gran, está declarada como Bien de Relevancia Local y supone uno de los ejemplos más excepcionales de la denominada arquitectura de la nieve. Sus enormes dimensiones, unidas a las características arcadas, la han convertido en todo un símbolo para la Sierra de Mariola y el excursionismo valenciano en general.
Partiendo de estas premisas, el Ayuntamiento de Agres ha venido trabajando a lo largo de los últimos años para conseguir que la cava pasase a ser de titularidad pública, extremo este que finalmente se consiguió con la compra efectuada por la Diputación de Alicante.
Una vez logrado este objetivo, la propia institución provincial ha acometido un plan de excavaciones arqueológicas, como paso previo a la ejecución de un proyecto de restauración y consolidación.
Los trabajos arqueológicos, presupuestados en 62.200 euros, corren a cargo de la empresa Alebús, cuyos operarios han procedido al desescombro del interior de la cava, preservando el lugar sobre el que se asienta el tejo. Esta operarión ha consistido en la extracción de toneladas de piedras, que en su momento formaron parte del tejado del nevero, lo que ha permitido ganar casi un metro de profundidad al depósito de 12 metros de altura y otros tantos de diámetro. También se ha procedido a la estabilización provisional de la enorme piña que sirve de remate a los característicos arcos de la cava. Las prospecciones arqueológicas, en principio, no han servido para localizar ningún elemento de especial interés.
El alcalde de Agres, José Manuel Francés, mostraba su satisfacción por el inicio de estos trabajos, que acercan cada vez más el anelado objetivo de asegurar la conservación de esta construcción tan emblemática para el municipio.
Una construcción del siglo XVII
La cava de Agres es originaria del siglo XVII. Situada a escasa distancia del refugio de Montcabrer, fue construida por la ciudad de Xàtiva para su abasto de nieve, realizada por el navatero Joan Puig, quien además abasteció a Fageca, Ibi y otros pueblos de La Ribera y La Costera. Se usó hasta la primera década del siglo XX, cuando la tecnología para la fabricación de hielo dejó obsoletas este tipo de construcciones.
La capacidad estimada del nevero es de 1.960 metros cúbicos, y lo que más llama la atención son sus característicos arcos, únicos elementos que perduran de la antigua cubierta de teja y vigas de madera. La cava, de planta circular al interior y hexagonal al exterior, fue construida con muros de mampostería y sillería de gran espesor, y por su monumentalidad está considerada como un elemento patrimonial excepcional a nivel histórico, cultural y etnológico.
Fuente: www.diarioinformacion.es
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