martes, 18 de septiembre de 2012

La Red Natura 2000 inicia su andadura rezagada

Medio Ambiente- Desarrollo Sostenible

El Gobierno regional comienza a elaborar los planes de gestión para garantizar la conservación de sus espacios naturales protegidos.

La Región de Murcia no ha hecho los deberes a tiempo en la gestión de los espacios protegidos de la Red Natura 2000. El 19 de julio se cumplió el plazo de seis años para la declaración en las comunidades autónomas mediterráneas de los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) como Zonas Especiales de Conservación (ZEC), así como la aprobación de los correspondientes planes de gestión en los que se establezcan las actuaciones que permitan preservar los hábitats y evitar alteraciones significativas a las especies de flora y fauna.
Al igual que el resto de España, Murcia ha acumulado un importante retraso que podría motivar una sanción de Bruselas. El Gobierno regional ha preparado este verano un plan de trabajo para cumplir con sus obligaciones medioambientales y presentar toda la documentación en julio de 2014.
El pasado mes de mayo se cumplió el vigésimo aniversario de la aprobación de la Directiva Hábitats. Esta norma es, junto con la Directiva de Aves, el principal pilar para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea (UE), puesto que establece las bases para garantizar la protección de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres. Su aportación más importante fue la creación de la Red Natura 2000, un conjunto de espacios naturales designados por los países comunitarios (en España son propuestos por las comunidades autónomas) y constituido por los Lugares de Importancia Comunitaria, hasta su transformación en Zonas Especiales de Conservación; las ZEC ya declaradas y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Para la selección de las distintas áreas protegidas, cada país preparó una relación de los lugares con hábitats naturales y especies de fauna y flora silvestres de mayor interés. La Comisión Europea elaboró con esa información una lista de Lugares de Importancia Comunitaria y obligaba, en un plazo máximo de seis años, a designar los LIC elegidos como Zonas Especiales de Conservación, con sus correspondientes planes de gestión para fijar las medidas activas y preventivas necesarias. Los principales criterios que se han seguido para escoger estos espacios han sido la conservación a largo plazo de los hábitats y especies animales y vegetales amenazados de desaparición, endémicos o en plena regresión, así como los más característicos de cada zona geográfica.
Hábitats únicos
Murcia destaca por su biodiversidad y por poseer paisajes, hábitats y especies únicas o que se encuentran escasamente representadas en otras comunidades autónomas e incluso países europeos. Este hecho ha motivado que la Comisión Europea introdujera en la lista inicial de los LIC para la región mediterránea, publicada en 2006, y en sus sucesivas actualizaciones un total de 50 espacios, 47 terrestres y 3 marinos, que ocupan una extensión de 347.632 hectáreas, repartidas en 166.099 hectáreas en tierra (más del 14% de la superficie de la comunidad) y 181.623 en el mar.
Entre los valores naturales que se han incluido en la red europea, se encuentran algunos de los mayores 'pulmones verdes' de la Región, como Sierra Espuña (17.681 hectáreas) y Carrascoy y El Valle (11.873); zonas de gran interés faunístico como las Minas de la Celia, donde se refugian varias especies de murciélagos en sus galerías abandonadas; el conjunto de islas e islotes del litoral Mediterráneo, que incrementan la belleza de las costas murcianas y destacan por sus poblaciones de aves marinas cada vez más escasas, como la gaviota de Audouin, la pardela cenicienta y el paíño común, y el único enclave en toda Europa de distribución del ciprés de Cartagena o sabina mora ('Tetraclinis articulata'), ubicado en el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila.
Murcia también ha contribuido a la Red Natura 2000 con tesoros de gran valor ecológico como los tramos de río que pasan por la reserva natural de Cañaverosa y el Cañón de Almadenes, que conservan su estructura original de bosque de ribera -tan frondosos que llegan a cubrir el propio río- y en los que se dejan ver animales como la nutria, en peligro de extinción; con su complejo entramado de sierras litorales -sierra de las Moreras, Cabo Cope, sierra de la Fausilla, Calnegre y sierra de la Muela-, además de con una de las áreas de mayor importancia para las rapaces forestales del continente, las sierras de Burete, Lavia y Cambrón, que reúnen una gran densidad de águila calzada y águila culebrera.
Otros ecosistemas peculiares y de enorme belleza paisajística son los humedales (saladares del Guadalentín, Rambla Salada, río Chícamo,...), por la aridez y falta de agua característicos de la Región. El Chícamo también destaca por ser uno de los pocos cauces fluviales de España donde existen poblaciones de fartet, un pez en peligro de extinción a causa de las alteraciones y contaminación de su hábitats.
Los espacios marinos que forman parte de la Red Natura 2000 son la franja litoral sumergida (La Manga, Cabo de Palos, isla Grosa, islas Hormigas, etc.), el Mar Menor y la zona que se extiende desde Águilas a Cabo de Palos (el denominado LIC Medio Marino) y han sido designados para la conservación de especies presentes en sus aguas como el delfín mular y la tortuga boba, y hábitats como las praderas de 'Posidonia oceanica', una especie amenazada y endémica del Mediterráneo.
 
Naturaleza y desarrollo
El jefe de Servicio de Planificación, Áreas Protegidas y Defensa del Medio Natural de la Comunidad, Juan de Dios Cabezas, señala que el objetivo de la Red Natura 2000, además de la conservación de la naturaleza a medio-largo plazo a través de una gestión activa, es que los espacios incluidos contribuyan al desarrollo económico y social de los territorios, por medio de actividades como el turismo, la agricultura y la gestión forestal sostenibles. «La idea es cambiar el modelo de gestión para que la naturaleza sea un motor de desarrollo», explica.
El plazo para llevar a cabo la transformación en Zonas Especiales de Conservación ya se había cumplido en las regiones macaronésica (Canarias, 2007), alpina (Navarra, Aragón y Cataluña, 2009) y atlántica (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y Castilla y León, 2010), y el pasado 19 de julio venció para la mediterránea (Castilla y León, Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Murcia, Valencia, Extremadura, Andalucía, Baleares y Castilla-La Mancha).
Si las comunidades hubiesen cumplido con la fecha límite, España contaría en la actualidad con 1.446 ZEC. Sin embargo, la realidad es que se ha producido un incumplimiento generalizado, especialmente en la zona del 'Mare Nostrum', y se han declarado menos del 20% de estas zonas.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente remitió una carta en junio a las comunidades autónomas implicadas para conocer las acciones que están efectuando al respecto y que propongan un «calendario realista» para completar el proceso. En el caso de la Región, no se ha declarado ninguna de las 50 Zonas Especiales de Conservación, pese a contar con más de 30 documentos técnicos elaborados. El principal motivo, explica Juan de Dios Cabezas, se debe a los cambios legislativos promovidos por el Real Decreto de medidas urgentes en materia de medio ambiente, del pasado 4 de mayo, que ha obligado a «reformular» la estructura de la planificación regional de los espacios naturales y a establecer un nuevo programa para acelerar el proceso y finalizarlo en julio de 2014.
El Consejo de Gobierno aprobó el pasado 6 de julio la creación de un grupo de trabajo interdepartamental con el propósito de coordinar las actuaciones que favorezcan la preservación y protección de los espacios protegidos de la Región, que engloban tanto los lugares de la Red Natura (ZEC y ZEPAS) como los parques, reservas y paisajes protegidos; y las áreas protegidas por instrumentos internacionales, entre las que se encuentran los Humedales de Importancia Internacional y las Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (Zepim).
Una de las principales decisiones que se adoptaron fue la elaboración de planes integrados para gestionar las áreas protegidas. A partir de ahora, se preparará un único documento o plan integrado de las distintas figuras de protección cuando se solapen en un mismo territorio. «Lo que se pretende -indica Juan de Dios Cabezas-, es una simplificación administrativa, además de acelerar todo el proceso y acortar los plazos, puesto que se dará prioridad a los documentos y propuestas que presente la Dirección General de Medio Ambiente».
Hasta ahora, se podía dar el caso de que un LIC, una ZEPA y una reserva natural coincidieran en un mismo espacio, con un plan específico para cada uno. Con el nuevo sistema, «se integrarán los distintos niveles de planificación de manera coherente con los distintos regímenes de protección que recaigan sobre un mismo territorio», explica.
De este modo, en lugar de designar 50 Zonas Especiales de Conservación con sus correspondientes 50 planes de gestión, la Región pasará a tener 50 ZEC, pero con 14 planes integrados para todos sus espacios naturales protegidos, entre los que se incluye la red de ZEPA, compuesta por un total de 22 áreas y que ocupa una extensión de más de 200.000 hectáreas; los 19 espacios naturales protegidos (parques regionales, reservas naturales y paisajes protegidos), que alcanzan las 69.000 hectáreas; y las cuatro áreas protegidas por instrumentos internacionales (Mar Menor, que posee dos de estos reconocimientos, y las lagunas de Campotéjar y Las Moreras).
Los 14 planes integrados provisionales que está impulsando la Dirección General de Medio Ambiente comprenderán los espacios naturales de las siguientes zonas: Noroeste; Mar Menor y franja litoral; Río Mula y Pliego; costa occidental; centrooriental; Alto Guadalentín; Cueva de las Yeseras y Minas de la Celia; sierras de Cartagena; saladares del Guadalentín; Altiplano; Carrascoy, El Valle, Escalona y Altahona; Sierra Espuña; Sierra de Ricote y la Navela, y el Medio Marino, cuya responsabilidad recae en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Estos planes incluirán programas de actuación comunes para todos los espacios incluidos en la ZEC y otros específicos para cada uno (trabajos de gestión forestal, tareas de mantenimiento de la calidad del agua, estudios del estado de conservación, proyectos de recuperación, seguimiento de especies,...)
El Gobierno regional ha diseñado un calendario y un programa de trabajo a dos años vista para completar el proceso de declaración de las ZEC y la elaboración y aprobación de los planes integrados de los espacios protegidos. La redacción definitiva y aprobación en Consejo de Gobierno está prevista para los meses de mayo y julio de 2014.
Juan de Dios Cabezas considera que dos años es un «plazo razonable» para llevar a cabo «un trabajo complejo y farragoso». El plan regional ya ha sido enviado al Ministerio de Medio Ambiente que, una vez se ponga en marcha la maquinaria comunitaria, conocerá si la demora de las comunidades autónomas de la zona mediterránea se traducirá en algún tipo de sanción, como ya ocurrió con Canarias, que fue objeto el 22 de septiembre de 2011 de una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE.

Ecologistas, inquietos
Las organizaciones ecologistas ya han mostrado su preocupación ante el gran retraso de España en la presentación de los planes de gestión para las zonas que las comunidades autónomas proponen proteger dentro de la Red Natura 2000 europea.
Oceana ha lamentado la «desidia administrativa» en la conservación de la región mediterránea, que considera «injustificable», especialmente porque los Estados miembros han tenido seis años para desarrollar sus planes de gestión, «que son la verdadera herramienta de protección de los espacios naturales». La organización internacional de conservación marina considera que «no es aceptable» que el país se exponga a una sanción en estos tiempos de crisis «por el incumplimiento de las autoridades».
Ecologistas en Acción ha lanzado un llamamiento a las administraciones para que no continúen vulnerando la normativa comunitaria y española. La organización critica que las autonomías parece que consideran la Red Natura «más como una traba que como una oportunidad para avanzar hacia la sostenibilidad». Por ello, reclama una mayor implicación, con recursos económicos, medios técnicos y humanos, y mecanismos que faciliten la participación de todos los agentes sociales.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) avisa de que la falta de desarrollo de los planes de gestión supone, además de una amenaza para la biodiversidad que estos espacios deben conservar, «perder múltiples ocasiones a nivel de financiación y desarrollo social y económico del mundo rural».
La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha sido la más activa y ya ha remitido una queja formal a la Comisión Europea sobre el incumplimiento de la Región de Murcia del plazo establecido por la Directiva Hábitats para adoptar las medidas adecuadas de gestión y conservación de los espacios protegidos de la Red Natura. El director de ANSE, Pedro García, considera que la falta de un plan de gestión en una zona protegida equivale a no tener nada, puesto que se carece de una normativa que especifique «lo que se puede hacer o no en ese espacio».

Fuente: www.nuestra-tierra.laverdad.es

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